¿Cuándo es hora de reemplazar tu silla de oficina?

La silla de escritorio es una herramienta de trabajo que utilizamos a diario, y por el mismo uso constante sus piezas se van desgastando. Es importante saber que, así como todo el mobiliario de oficina, tu silla necesita ser cuidada y reemplazada una vez que ya no está en buenas condiciones. Pues, continuar usando una silla de oficina en mal estado, solo será perjudicial para tu comodidad, salud y productividad en el trabajo.

Las sillas de oficina se pueden renovar por voluntad propia u necesidad. En el primer caso, nos encontramos con un cambio puramente estético que se produce para darle un nuevo look a tu oficina.

En el segundo caso, que es el que nos depara hoy, nos encontramos ante el fallo del propio sistema de trabajo. Las sillas de oficina pueden contar con problemas que comporte un grave impedimento para los usuarios.

Por ello, en este blog, exploraremos las señales claves que indican que es hora de cambiar tu silla de oficina.

Indicios para cambiar una silla de oficina:

1. Dolor al sentarse y disminusión de la productividad

El dolor corporal constante mientras estás sentado es la forma más fácil de saber que su silla de trabajo ya no es la adecuada o nunca lo fue según sus necesidades, altura y medidas. Por lo que esta señal será un motivo esencial para reemplazar su silla.

Asimismo, si tienes incomodidad persistente, como dolores de espalda, cuello u hombros, puede ser un fuerte indicador de que tu silla ya no es adecuada.

2. Piezas defectuosas o deterioradas

Explora tu silla de escritorio y si notas signos visibles de desgaste, como raspaduras, agujeros o deformidades en la silla, pueden ser indicativos de necesitar un reemplazo.

¿Hay alguna parte de su silla suelta o caída? Percatarte del estado de cada uno de los componentes, ya que si se detecta a tiempo puede que realizando un reemplazo de componente se solucione. Sin embargo, si el daño es mayor, si se necesitará reemplazarla en su totalidad, de lo contario no se podrá trabajar en una óptima situación.

3. Cojín de asiento aplanado

Con el uso de tu silla de oficina, la espuma con la que cuenta el cojín del asiento empieza a comprimirse y a aplanarse. No debemos dejar de lado esa señal, ya que el cojín de tu asiento es una de las partes más importantes de tu silla, puesto que juega un papel vital en la prevención de dolores de espalda y cuerpo.

Cuando se comprime el cojín del asiento, hay menos apoyo para tu peso corporal, y se generará la tensión en tu espalda baja, en la zona lumbar.

4. La silla se baja sola

Si notas que tu silla de oficina desciende cuando te sientas, es síntoma que el pistón tiene un problema en la regulación de altura, y puede deberse por alguna perforación, un daño ocasionado por un golpe, fuga o el término del gas interno u otras razones.

Una silla regulable en altura que comienza a bajarse por sí sola puede ser muy frustrante e incómodo a la hora de trabajar. Si tu silla ergonómica tiene ese problema, es momento de cambiarla.

5. Las ruedas se traban

Las ruedas son otra parte importante de las sillas. A diario, las ruedas de tu silla de oficina se encuentran con mucha suciedad y polvo de tus zapatos, de la alfombra, cabello, etc.

La silla ergonómica tiene ruedas resistentes que permiten una mayor movilidad y uso del espacio de trabajo. Sin embargo, cuando una rueda está floja, comienza a salirse y se atora impidiendo que se mueva o gire correctamente, son una buena señal de que existe una falla en la silla.

Sabemos, que la compra de una buena silla ergonómica de oficina requiere una considerable inversión, pero si elegimos bien y contamos con buena asesoría, la inversión se convierte en múltiples beneficios enfocados a durabilidad, comodidad, ergonomía bienestar y productividad.

Asimismo, contar con una silla de calidad, y darle a la misma un óptimo uso y mantenimiento serán piezas claves para la durabilidad de tu silla. Leer más: ¿Cómo reconocer una silla ergonómica?